Los periodistas y foto reporteros de México, integrantes del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa y no afiliados a éste, estamos presentes en la protesta nacional por el cobarde asesinato de Rubén Espinoza Becerril, que agravia y ofende al gremio de este país.
Ni uno más, ya que lo que le pase a cualquier periodista nos pasa a todos, y a todos agravia y ofende.
En el caso de las mujeres que también fueron sacrificadas de manera inhumana y cobarde, como corresponde a vulgares matones a sueldo, qué bueno que no se ventilen sus nombres, ojalá permanezcan en el anonimato, ya que ni ellas ni sus familias merecen escarnio, antes bien nos merecen y merecen absoluto respeto y consideración.
Lo anterior no se refiere a la impunidad, sino a una consideración que merecen, no a que ese crimen quede impune, como la gran mayoría de ilícitos que atañen o involucran a los periodistas en general: lo cual es una vergüenza para las autoridades responsables de la seguridad en este país.