IXTAPALUCA, MÉXICO, EDOMEX.- EL HAMBRE, LA SED Y LA DESESPERACIÓN empiezan a hacer mella en la humanidad de cientos de familias que han guardado y respetado la cuarentena ordenada por el Ejecutivo federal y Estatal para evitar la propagación del Covid-19, que viene cobrando decenas de vida en esta entidad pero, las familias ya claman por ayuda y en ventanas y puertas de sus hogares empiezan a colocar llamados de auxilio a los tres niveles de gobierno.
Desde sus respectivos hogares, miles de familias que radican en las diferentes comunidades del municipio de Ixtapaluca, quienes se encuentran en situación de pobreza, impulsan la protesta con la consigna #EnCasaYSinComida.
De esta forma, lanzan un grito para pedir ayuda debido a que las autoridades estatales y federales piden acatar una cuarentena para mitigar la pandemia de covid-19 sin garantizar ningún apoyo alimenticio para sobrevivir en el aislamiento.
La medida principal de quedarse en casa provocó que miles de habitantes perdieran su empleo y aquellos que trabajan en el sector informal también suspendieran actividades, en consecuencia una crisis alimentaria fue el resultado.
Por ello, en las diferentes comunidades, con cartulinas y trapos de color blanco colocados afuera de sus hogares, residentes denuncian que se encuentran sin abasto alimentario, se sin empleo, ni cuentan con recursos económicos.
Su demanda es enérgica, masiva y organizada para el gobernador, Alfredo del Mazo y, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, para que implementen un plan nacional de distribución de alimentos.
’Nosotros los pobres no tenemos cómo alimentar a nuestras familias, necesitamos que se proponga una solución inmediata, las familias mexiquenses corren cada vez más el riesgo de morir de hambre’, expresó Aurora Jiménez López, habitante de la colonia Tlalpizáhuac, quien se sumó a la denuncia y colocó un trapo blanco y una cartulina con la consigna #EnCasaYSinComida afuera de su vivienda.
Los Ixtapaluquenses afectados aseguraron que han atendido las recomendaciones de no salir de casa, pero la incertidumbre de saber de qué van a vivir les hace alzar la voz. Esperan que con la protesta los gobiernos envíen apoyo para las familias.